lunes, 15 de septiembre de 2008

Erzsebet Bathory

Nació en 1560 en Hungría. Su familia célebre y distinguida pertenecía a la aris toeracia, su primo era Primer Ministro, y su tío Rey de Polonia, entre varios otros príncipes de Transilvania.

Más conocida como "La Condesa Sangrienta", debido a los macabros y sádicos crímenes que cometió, Erzsebet Bathory fue una aristócrata húngara perteneciente a una de las más ilustres familias de Europa. De hecho, de esta misma familia también fueron Esteban y Sigmund Bathory que ocuparon los tronos de Polonia y Transilvania, respectivamente, además de varios dignatarios de la Iglesia y ministros de Hungría.

Los Báthory descendían de un poderoso clan de los hunos y comenzaron a ganar relevancia a partir de mediados del siglo XIII. Abandonando sus costumbres tribales, la familia adoptó el nombre de sus estados como apellido (Bátor significa, de hecho, «valiente»). Su poder e influencia iría desvaneciéndose paulatinamente, hasta desaparecer completamente hacia la segunda mitad del siglo XVII.

Como en otras tantas familias de la nobleza europea de la época, los Báthory contrajeron ;matrimonio entre ellos en numerosas ocasiones, y esta conducta endogámica trajo consecuencias fatales como la aparición de diversos grados de enfermedades mentales y psicosis de diferente índole, de entre las que sin duda se destaca la de Erszebet Báthory.

A muchos de los familiares de la condesa les gustaban el esoterismo y la magia negra, e muy so la alquimia, y la propia condesa desden niña recibió influencias de su nodriza, quien le enseñaba prácticas de brujería y otras habilidades relacionadas con estas artes prohibidas.

Dueña de una excepcional belleza, cuando rzsebet tenía 15 años, el conde Ferencz Nádasy, conocido como «El Héroe Negro por sus cuantiosas victorias en los habituales campos de batalla de la Europa del este de ese tiempo, se convierte en su esposo y el matrimonio se muda al recóndito Csejthe, a uno de los 17 castillos que poseían en los Cárpatos.

Obviamente, el lugar estaba alejado de cualquier centro urbano de importancia, reduciendo de manera drástica el abanico de diversiones al que podía acceder una joven aristócrata de la época.


La «Doncella de Hierro», un sofisticado aparato de tortura de la condesa Báthory.

Esta joven era, como dijimos, una mujer muy hermosa pero aburrida, debido a las largas ausencias de su esposo que participaba en cuanta batalla se produjera en los alrededores, que era sin duda una de las zonas de mayor conflicto del momento ya que en esas tierras se encontraban los limites entre los reinos cristianos y el Imperio Otomano.

Así, la condesa utilizaba su tiempo ocioso dedicándose cada vez con más entusiasmo al esoterismo, y se rodeó de brujos, hechiceros y al-quimistas, amén de todo tipo de charlatanes y, paralelamente comienza a manifestarse su perversidad; ella sostenía que sus dolores de cabeza desaparecían al morder a las doncellas, por lo tanto, cada vez que sufría una de esas jaquecas las pobres muchachas eran mordisqueadas por la condesa.

También ocupaba su tiempo libre con pasatiempos igualmente deleznables, que consistían en pinchar a sus jóvenes costureras con agujas y mirar como fluía la sangre; además le gustaba untar el cuerpo de alguna sirvienta con miel y observar como las hormigas la torturaban.

La condesa tuvo tiempo para criar y educar a cuatro hijos, pero los sucesivos embarazos la hacían verse vieja y fea, condíción que ella rechazaba en forma enfermiza, deseaba no perder nunca la belleza y la juventud que la caracterizaban.

Estas preocupaciones se las manifestó a su nodriza que aún la acompañaba esta le dijo que los poderes de la sangre los sacrificios humanos daban muy bueno resultados, aconsejándole que se bañara con sangre de doncella para conservar eternamente la juventud.

Esta solución mágica pronto se puso de manifiesto. Cierto día en que una de sus doncellas la acicalaba le tiró el pelo y la condesa la abofeteó con tanta fuerza que hizo sangrar su rostro la sangre salpicó la mano de Erzsebet y ella, al observarse, creyó que la piel interesada estaba más blanca y tersa que el resto de su cuerpo, confirmando los dichos de su nodriza.

Convencida de que la única forma para anular el envejecimiento era bañarse o beber sangre de doncellas jóvenes, desparramó toda la maldad de la que ella era capaz en pos de obtenerla y disfrutarla.

Manipulada por su dueña, la Virgen de Hierro era un objeto de tortura. Era de metal, con cabellera rubia, joyas, maquillaje y siempre se presentaba desnuda. Con falsa y perversa amabilidad, la autómata recibía y luego abrazaba a las jóvenes víctimas de la condesa. Cuando las tenía entre sus brazos, sus falsos senos se abrían y apuñalaban a la presa. Estando las víctimas malheridas, eran degolladas y su sangre era bebida por Erzsebet. Y, si la cantidad era suficiente, hacía llenar una gran bañera con la sangre de las doncellas y se sumergía en ella, buscando desesperadamente la fuente de la juventud.

Teniendo certeza de que la sangre rejuvenecía los tejidos, inmediatamente mando a que cortaran las venas de la desafortunada sirvienta se vertieran la sangre en la bañera para que pudiera sumergirse en ella. Luego de este momento los baños de sangre serían su obsesión, así como los placeres lésbicos ya que su esposo fallece en 1604 dejandola libre y haciéndola dueña de todos sus bienes.

Sus sádicos gustos eran consentidos por el enano bufón, Ficzk, y un grupo de brujas que la acompañaban para reclutar jóvenes guapas y de buena salud que eran llevadas al castillo y, una vez allí, eran sometidas a todo tipo de suplíos y tormentos: eran azotadas hasta que morían, quemadas en los pechos, los pies y los genitales con hierros candentes, etc.

El carruaje negro con el emblema de la Condesa Báthory recorría los Cárpatos en busca de nuevas victimas, que eran engañadas con la promesa de trabajo en el castillo y, si se resistían, eran drogadas y llevadas a la fuerza.

En los aposentos de la condesa cortaban las venas y las arterias de las desafortunadas, que tenían las bocas cosidas para que no molestaran con sus gritos.

La sangre llenaba lentamente la bañera para que ella tomara sus baños rejuvenecedores. A veces hacía derramar la sangre directamente sobre su cuerpo y, para evitar el roce de las toallas sobre su piel, ordenaba a sus sirvientas que la lamieran suavemente, En muchas ocasiones, las jóvenes raptadas debían esperar su turno en las cárceles de la fortaleza, donde vivían en condiciones infrahumanas pasando frío y hambre o comiendo la carne chamuscada de sus compañeras.

La jóvenes que parecían más saludables eran encerradas en el sótano, y su sangre era drenada periódicamente para que Erzsebet la bebiera.

Le gustaba jugar con las desdichadas. si era invierno, las empapaba con agua y dejaba que murieran afuera, aprisionadas por el hielo, pero el más famoso entretenimiento fue «La Doncella de hierro», una estatua huera provista en su interior con afilados cuchillos que permitían desangrar lentamente a las muchachas.

Durante once años la condesa disfrutó de esta vida, sepultando los cuerpos en las afueras del castillo y guardando los huesos para que sus hechiceros los utilizaran es sus experimentos alquímicos.

Tan largo tiempo de desapariciones sin explicación hicieron caer todas las sospechas sobre su castillo. Los campesinos estaban aterrados y no dejaban salir a sus hijas, otros eran involuntarios testigos de los desgarradores gritos que provenían de las torres del macabro lugar.

Pero ella era una mujer de la nobleza y por lo tanto intocable, sólo a partir de que unos lobos desenterraron los cuerpos de cuatro jóvenes, en las cercanías del castillo, la justicia comenzó a actuar. El rey Matías en persona se ocupó del caso y visitó imprevistamente, junto con su corte, el castillo de Csejthe, en 1610.

Al entrar encontraron el cuerpo pálido y desangrado de una mujer; otra, aún con vida; y una más muerta debido a las torturas, azotes y pinchaduras. En las habitaciones había gran cantidad de elementos de tortura y una libreta en la cual la condesa había anotado prolijamente el nombre de 610 victimas.

En los calabozos, algunas de las jóvenes aún permanecían con vida pero totalmente débiles, debido al permanente sangrado de que eran objeto; en otra ala del castillo la condesa y su séquito de brujos fueron sorprendidos realizando un sangriento ritual. Inmediatamente fueron detenidos y llevados a juicio.

Frente a las evidencias no pudieron defenderse, sus cómplices fueron quemados y su bufón decapitado. El Tribunal Supremo, considerando la alcurnia de la condesa, le perdonó la vida pero fue emparedada en una habitación del castillo con sólo una ranura por donde pasaba el alimento y el agua. Finalmente y después d soportar, asombrosamente, cuatro años esta sepultura en vida, Erzsebet Báthory muere a la edad de 54 años.

La crónica oficial de su muerte decía «Erzsebet Bcithory, esposa del influyente sen Ferencz Nádasdy, magistrado del rey y gran maestre de los caballos, viuda e infame y homicida, ha muerto en prisión en Csejthe. Muerta repentinamente sin luz y de 1614».

Gran parte de los investigadores achacan los malvados instintos de Erzsebet a la degeneración genética a la que habían llegado los miembros de esta familia debido a la endogamia, pues la única manera de mantener las posesiones era el matrimonio entre familias nobles húngaras.

jueves, 4 de septiembre de 2008

El Dr. Muerte

Harold Frederick "Fred" Shipman (14 de enero de 1946 - 13 de enero de 2004) fue un médico británico, acusado de matar a 218 de sus pacientes, lo que se corroboró solo con 15 de ellos. Es conocido por ser uno de los peores asesinos en serie de la historia moderna.

En marzo de 1998, la Doctora Linda Reynolds de la Brooke Surgery en Hyde, opositora a la clínica de Shipman, fue a visitar a John Pollard, el coronel de distrito de South Manchester, preocupada por los altos índices de mortalidad entre los pacientes de Shipman. También habló de las cremaciones realizadas, de fallecidos ex-pacientes de Shipman, en su mayoría mujeres mayores. Luego, al finalizar, la doctora diría que Shipman estaba matando a sus pacientes, pero no sabía si era negligente o intencional.

El caso atrajo inmediatamente la atención de la policía, quienes no tenían suficientes pruebas como para arrestar a Shipman y levantar cargos contra él (en la investigación posterior sobre los crímenes de Shipman, culparían a la policía por asignar oficiales inexpertos al caso). Durante el tiempo de investigación, el caso fue abandonado el 17 de abril, con la eventual detención de Shipman como portada. En ese lapso, Shipman asesinó tres personas más.

La última de estas tres era Kathleen Grundy, una mujer mayor de Hyde. El 24 de junio de 1998, ella murió en su casa. La última persona en verla con vida había sido el doctor Shipman, quien luego firmaría su certificado de defunción.

La hija de Grundy, la abogada Angela Woodruff, quedó consternada cuando el abogado de su madre, Brian Burguess le informó que la última voluntad de su madre había sido desheredarla de las 386.000 libras esterlinas que tenía para darle, para dárselas a su doctor, Harold Shipman. Woodruff fue a la policía e informó lo que pasaba, la policía empezó una investigación. El cuerpo de Grundy fue exhumado y examinado,y fue cuando le encontraron rastros de morfina. Con estas pruebas, Shipman fue finalmente arrestado el 7 de septiembre de 1998 y le encontraron una máquina de escribir, del tipo usado para forjar el documento de herencia.

Después de esto, la policía comenzó a examinar otras muertes firmadas por Shipman y elaboró una lista de 15 muertes para investigar. Un patrón similar se descubrió en los 15 casos, la sobredosificación de morfina. Los certificados de estos 15 pacientes, habían sido firmados por Shipman y explicaban que los pacientes estaban en "pobre estado de salud".

El juicio de Shipman, con el mando del juez Mr. Forbes, comenzó el 5 de octubre de 1999. Shipman fue procesado después de que el jurado deliberara por 6 días, Shipman fue condenado el 31 de enero de 2000 por el asesinato de 15 de sus pacientes, a los que mató con inyecciones letales de morfina. El Juez lo condenó a 15 Cadenas Perpetuas consecutivas y recomendó que nunca sea liberado.
En febrero de 2002, Harold Shipman fue expulsado del Registro Nacional de Médicos británicos.

Shipman negó insistentemente su culpabilidad (su defensa disputó la evidencia forense contra él), él nunca hizo declaraciones sobre sus actos. Su defensa intentó (y falló) no tener en cuenta el asesinato de la señora Grundy, alegando que no había motivos suficientes para inculpar a Shipman.

Algunas personas dicen que los asesinatos dirigidos hacia mujeres mayores, se debían a que Shipman había sufrido mucho con la dolorosa muerte de su madre que murió cuando él era joven mientras que otros dijeron que era un deseo arrogante de poder controlar quién vivía y quien moría, es decir, de controlar vida y muerte.

Shipman fue encontrado colgado en su celda de la prisión de Wakefield a las 6:20 AM el 13 de enero de 2004, un día antes de cumplir 58 años y fue declarado muerto a las 8:10 AM. El servicio carcelario informó que Shipman se había ahorcado en los barrotes de su celda, con las sábanas de su cama.

Sin embargo, las familias de las víctimas expresaron incertidumbre, ya que con la muerte de Shipman nunca tendrían la satisfacción de que Shipman explicara por qué había asesinado a los pacientes.

El motivo del suicidio de Shipman nunca fue esclarecido, aunque según su oficial de libertad condicional, Shipman consideraba el suicidio como una manera de que su esposa pudiera recibir una pensión del servicio médico nacional y una suma global aunque lo habían privado de su pensión. Su esposa recibió una pensión del servicio médico nacional. Si Shipman hubiera tenido 60 años o más, su esposa nunca habría cobrado nada.

Es confuso aún cuando empezó Shipman a asesinar pacientes y también cuántos mató. Un informe hecho en julio de 2002 sobre las actividades de Shipman concluyó que había matado a por lo menos 215 pacientes entre 1975 y 1998, durante su estancia en Todmorden, West Riding Yorkshire (1974-1975) y Hyde, Chesire (1977-1998).

La investigación sobre Shipman también concluyó en recomendaciones de cambios en la estructura del consejo médico general.

Muchas de las legislaciones británicas sobre cuidado médico y a la medicina fueron repasadas y modificadas notablemente como resultado directo e indirecto de los crímenes de Shipman, especialmente después de los resultados de las investigaciones sobre Shipman (comenzadas el 1 de septiembre de 2000).

Seis doctores que habían firmado cremaciones de víctimas de Shipman fueron acusados con mala conducta por el consejo médico general, que demandó que ellos debían haber notado el patrón de visitas que Shipman efectuaba con sus pacientes antes que ellos mueran. Finalmente los doctores fueron absueltos de culpa y cargo.

En 2005, se divulgó que Shipman pudo haber robado la joyería de sus víctimas. Sobre joyas por el valor de £10.000 que habían sido encontradas en su garage en 1998, y en marzo de 2005.

Un jardín en memoria a las víctimas de Shipman, llamado el Jardín de la Tranquilidad fue abierto en Hyde Park el 30 de julio de 2005.